La falsa redención

 
 
 

Elegimos salir de la Luz para conocernos por experiencia propia creando multitud de posibilidades; ello implicó el pasar de nuestro mundo de Luz a mundos en los que además de la Luz existe la “falta de Luz” (por ocultación de esta a través de nosotros mismos) y a toda una infinidad de gradaciones de sombras desde lo que es Luz a la total falta de Luz.

 

Fue algo que nosotros mismos elegimos, y este es un dato importante. Sabíamos que retornaríamos a nuestro mundo de Luz, pero muy enriquecidos. Sabíamos que la tarea sería ardua, pero si en verdad queríamos experimentar y conocer otras realidades y la maravilla de las emociones asociadas a los mundos en los que no solo existe la Luz, era necesario dar el salto de nuestro mundo de alta frecuencia, la más alta frecuencia, a mundos de frecuencias intermedias e incluso de frecuencias bajas en los que la energía está muy concentrada y densificada; estos mundos fueron creados por nosotros mismos, no por alguien externo a nosotros, pues la idea de seres externos a nosotros es una ilusión que fue necesario crear, pero también la creamos nosotros mismos.

 

Nosotros creamos los mundos de muy baja frecuencia y alta densidad, mundos en los que da la impresión de que todo está quieto o que apenas se mueve. Incluso muchos de nosotros decidimos experimentar estos mundos de muy baja frecuencia.

 

Para poder gozar de la sensación de que estos mundos de muy baja frecuencia son reales era necesario olvidar los mundos de Luz y que nosotros procedemos de ellos, olvidando así también que nosotros, en realidad, tan solo somos Luz; sabíamos que quedaríamos bajo la influencia de la ilusión de esos mundos, y también sabíamos que al final volveríamos a la Luz.

 
 

Pero, tras comenzar nuestra experiencia en estos mundos, se nos complicaron las cosas; alguien se empeñó en no dejarnos crecer. Date cuenta: el crecimiento siempre se produce en base al conocimiento. Algunos seres de los que decidieron manifestarse en estos mundos eligieron aprovecharse de otros seres de los que también decidieron experimentar estos mundos de muy baja frecuencia y alta densidad; para poder utilizarnos esos seres decidieron mantenernos en la ignorancia.

 

La ignorancia en un universo en el que todo es creación de nuestra mente supone el permanecer atrapado, sin posibilidad de crecer, sin hallar una explicación a la existencia ni una salida hacia mundos de frecuencia superior, pues en la ignorancia no se sospechará de la existencia de estos mundos.

 

Si alguien nos ofrece la “salvación” o una “redención” sin haber depurado nuestro vehículo, es decir, el cuerpo al que nos ligamos en un mundo de muy baja frecuencia con sus pasiones propias de estos mundos, ello significa que ese alguien nos está tendiendo una trampa. El saltarnos pasos en nuestro crecimiento es algo inadmisible, pues si no nos hemos depurado lo suficiente llevaremos pasiones capaces de crear grandes aflicciones en los mundos de frecuencias más elevadas, ya que en estos mundos nuestras habilidades como seres creadores de la realidad serán más evidentes*, tanto más cuanto de mayor frecuencia sea este mundo intermedio.

 

El escapar supone no haber superado las lecciones que debíamos aprender, siempre en base al aumento de nuestro conocimiento; el prometernos escapar pero a la vez cortarnos las vías hacia el conocimiento y el mantenernos ignorantes constituye una gran trampa tendida por parte de algunos de nuestros hermanos. Esto lo hacen algunos de estos hermanos que decidieron aprovecharse de otros de sus hermanos; con el tiempo muchos de estos hermanos decidirán dejar de aprovecharse de otros tras haber experimentado esta actitud, pero otros de ellos pudieran optar por no dejar nunca este modo de actuar.

 

Estos, quienes opten por seguir aprovechándose de los demás serán quienes engañen con salvaciones o redenciones a la vez que tratan de mantener en la ignorancia a aquellos de los que se aprovechan. Quienes caigan en las trampas de esta gente permanecerán atrapados en estos mundos muy densos, algo que no es posible en mundos de alta frecuencia debido a que en esos mundos cualquier engaño es evidente, ya que en ellos no existe la palabra, sino la transmisión del pensamiento.

 

Dentro de nosotros están los otros mundos de mayor frecuencia, pues realmente no existe el espacio ni el tiempo. Si pedimos se nos dará; algo dentro de nosotros nos dará, y es conocimiento lo que necesitamos pedir para que no se nos pueda retener en mundos densos o muy densos. Dejaremos de estar atrapados en este tipo de mundos de baja o muy baja frecuencia en cuanto nos liberemos de nuestras ataduras, programas que nos retienen, ya que estos nos esconden la verdad mayor.

 

Es el Conocimiento lo que nos liberará, pues este nos pondrá en el camino del crecimiento, hasta superar la prueba que hace mucho elegimos consistente en experimentar mundos muy densos llevando de vuelta la cosecha de maravillosas emociones, pues en los otros mundos no existe el olvido y las lecciones aprendidas serán grandes recuerdos, algo necesario para superar también las etapas de salto de un nivel de frecuencia superior a otro todavía superior, ayudando todo ello en el salto entre dimensiones, sin quedarse estancado, hasta completar una vez más la fusión con el Todo

 

El Libertario

 

*hemos de recordar que todo el universo es mental, y en los mundos menos densos nuestras creaciones serán casi instantáneas, sino instantáneas
 

 

El auténtico místico

 

Tan solo el auténtico místico se dio cuenta de una parte importante de la situación que nos afecta. Se dio cuenta de que todos somos parte de un mismo SER; se dio cuenta de que el auténtico Dios está en su interior y de que aquello de adorar a un Dios externo es algo que nunca se nos pidió; se dio cuenta de que la auténtica adoración consiste en amarse y respetarse a uno mismo como parte que es de ese SER y en amar y respetar a sus semejantes como partes que son también de ese SER que todo es; el auténtico místico respetará a todo lo creado y recibirá cada día como una nueva bendición; la alegría de vivir le inundará y transmitirá esa alegría a todo su entorno.

 

El auténtico místico no atacará la religión, pues la verá como parte del folclore que le rodea y a quienes son practicantes les mirará con benevolencia  como a hermanos atrapados por lo aparente y como víctimas de sus creencias y de sus pasiones. Si alguien de ellos le preguntase al místico este hablará, pero nunca hablará sin que se lo pidan y nunca impondrá.

 

El deber del auténtico  místico será honrar la vida y a toda la Creación sin suponer una carga para nadie.

 

El auténtico místico verá el paso por este mundo como un sueño, algo transitorio dentro de la verdadera existencia. Las lecciones que nos legará serán las de la humildad, la ayuda a todo el mundo, el amor incondicional, la de la alegría de vivir y el mantenerse tranquilo ante las adversidades; veríamos que no se deja atrapar por las trampas que se nos tienden y tendería a una vida solitaria para poder disfrutar de su comunión con el SER del que es consciente de que forma parte; nunca desfallecerá ni aunque le llegue una prueba dura; no le asaltará la duda, pues él YA SABE, y sabe por experiencia*.

 
 
*todo este conocimiento le viene porque durante un lapso de tiempo que a él se le pudo hacer eterno, fue capaz de salir de este mundo de ilusión y quedó prendado; el recuerdo de ese mundo del que procede nunca se le borró y nunca se le borrará; nunca dudará por muchas dudas que los agentes de la Oscuridad puedan intentar infundir en él
 
 
 
 

El Nirvana como lo comprenden los budistas y los hinduistas no existe, porque según este concepto, es llegar a alcanzar mediante diferentes prácticas y técnicas espirituales la aniquilación de sí mismo, o como otros lo interpretan, alcanzar la beatitud eterna: triste destino porque el ser pierde todo el esfuerzo sin aprovecharlo en pos del prójimo, y no se hace útil para Dios ni para el universo. 

   Dios no es que sea perfecto, sino que Él es la perfección, por lo tanto no ha podido contradecirse con sus designios. Todo lo que ÉL crea tiene que tener luego una utilidad. Nada debe ser desaprovechado. Un padre no malgasta ni su tiempo ni su esfuerzo en llevar a su hijo a una escuela para que luego de haberse graduado se dedique siempre a deambular sin rumbo por las calles de la ciudad.   

  Existe en el espíritu el cese de sufrimiento, el cese de reencarnaciones, el cese de karmas (causa y efecto) pero no el cese de sí mismo, o sea el aniquilamiento del espíritu.  El Paraíso Eterno existe, pero llegar a él no significa dejar de trabajar y llevar una existencia contemplativa eterna. En rigor, el paraíso eterno es un estado y no un lugar determinado, ya que el universo es infinito y Dios creó a sus criaturas para que éstas una vez hayan alcanzado el grado de ministros o el de Elohínes (es lo mismo decir ser un ministro de Dios o ser un Elohín) pululen por el espacio infinito para regirlo y armonizarlo. 

 
 
La Tercera Revelación de la Ley de Dios - Luciano de la Torre
 
 
 
 
 
 
PUBLICACIÓN EN UNA RED SOCIAL (Facebook):
 
 
 

((Y Él nos dice...

A los que no escuchan, les advierto que cuando por el mal uso de su libre albedrio, comiencen a recibir los efectos de sus causas creadas, no me llamen, no me nombren, porque no quiero estar ahi, no quiero estar en sus palabras ni en sus pensamientos, ya no es el mi momento.

Las advertencias, las señales y las profecias, siempre les he dado para que no se cumplan, para dar la oportunidad de corregir errores, de recapacitar, mejorar actitudes y rectificar procederes.

Solo nombrenme y encuentrenme en su arrepentimiento, ahi estare esperandolos con el siempre Amor que les he profesado)).

 

Mi comentario:

 

Todo es ÉL; ÉL es el pensamiento que sostiene a Todo, incluyéndonos a nosotros. Realmente no existe el mal uso de nuestro libre albedrío. Con libre albedrío cada una de sus partes-pensamiento experimenta y crea, pues de eso trataba el juego; pero para que exista el juego, los seres hubieron de verse como seres separados unos de otros y hubieron de olvidar de dónde procedían, lo que son, su esencia. El juego consiste alejarse de la Luz (aunque el alejamiento es aparente) y en crecer poco a poco, hasta que los seres, parte de la esencia de Dios, se vuelvan a reconocer como seres divinos, con plena capacidad de crear conscientemente (mientras no nos elevemos en conciencia lo suficiente, crearemos inconscientemente tanto individualmente así como grupalmente). El SER, ÉL, Dios, es Amor Incondicional; así pues, no tiene sentido el "no me llamen", "no me nombren", "no quiero estar ahí". El auténtico Dios no pide arrepentimiento, esto es algo que exigen los falsos dioses: los dioses negativos (Reptiles y otros negativos). Como parte del juego y del "recordar" estaría el probar y errar, pues con el error se aprende y con el acierto también. El Amor Incondicional no admite el proceder que aquí se narra. Esas palabras no pueden provenir del Dios Amor - el auténtico, pues este no pide nada, no exige nada, tan solo su pretensión es la de que vivamos, experimentemos y crezcamos como para mantenernos en el camino de la elevación y del retorno a ÉL, la Fuente. De nosotros, partes de ÉL, depende el que aprendamos o no para que podamos construir Paraísos allá donde nos manifestemos; de nosotros depende el mantenernos ligados a la ilusión o elevarnos sobre ella, y de nosotros depende el deseo de adquirir conocimiento o no; el conocimiento nos pondrá en el camino de retorno, y este se adquiere tras gozar de la vida que se nos da, pero requiere de nuestra intención por adquirirlo. Mediante el conocimiento aprenderemos que todos somos parte de un mismo ser y que lo que hagamos a los demás realmente nos lo hacemos a nosotros mismos, ya sea para bien o para mal.